martes, 1 de junio de 2010

Los bicios son lo prohibido y el deseo de los jovenes

El pensamiento de una joven:



El deseo por lo prohibido seguro que si dijesen que el alcohol y le ltabaco son bueno para la salud? segur oque la gente perdería en interes.
siempre se ha visto como lo prohibido, cuando eramos pequeños quien no ha querido probar la experiencia del trago de unos amigos mayores? pues eso.
El como los demás pueden fumar y no porque soy pequeño y mis padrs no me lo permiten? luego tambien esta la cuestion de sus efectos, es decir cuando descubres que el alcohol te seda cuando te relaja porque en cuestion de horas te pone aun más nervioso o que cuando estas nervioso e inquieto y te apetece un cigarro lo primero que haces es acordarte de osumir y a veces incluso las dos cosas? pues eso.
Las drogas? la cocaina, esa euforia ese gusto extraño del sentirse más vivo que lo normal? o cuando te fumas un canuto esa relajacion que llaman cigarrillo de la risa? nos gusta tanto modificar nuestro comportamiento habitual que...


lunes, 31 de mayo de 2010

Una entrevista a Gustavo Tobar (Licenciado en Psicología) ¿ Por que los adolescentes consumen drogas?




¿Qué cree que lleva a un adolescente a drogarse?

Antes que nada me parece que es importante aclarar algunos términos para diferenciar de qué estamos hablando cuando decimos que un adolescente se droga y cuales pueden ser sus motivos.

Cuando pienso en por qué puede drogarse un adolescente pienso en el uso de drogas y no tanto en el abuso o la dependencia a las mismas. Si hablamos de uso (experimental, ocasional), puede consumir drogas por curiosidad, para animarse a hacer cosas (por caso el efecto desinhibitorio del alcohol), por sentido de pertenencia al grupo del que forma parte (sea mediante presión explicita o auto exigencia), por aburrimiento, para alejarse de los problemas ante los que no encuentra una manera más eficaz de afrontarlos, buscar los efectos farmacológicos de la droga consumida (hecho que también está bastante relacionado con las expectativas propias que se tienen de los efectos posibles), la búsqueda de soluciones rápidas, etc.

Mientas que en los casos en que hablamos de abuso o dependencia ya entran a jugar otros factores que tienen que ver con una personalidad con rasgos adictivos que puede pre-existir a la conducta del consumo, una familia con determinadas características adictivas sumado a la conducta adictiva propiamente dicha.

¿Reconoce dentro del cole algún grupo más propenso a drogarse?

Es muy difícil poderdetectar precozmente un grupo más propenso a drogarse. Así mismo me parece que habrá grupo que pueden estar más expuesto que otros, pero aún así no significa que vayan a drogarse. Como les decía recién, son varios los factores que pueden intervenir en que alguien consuma drogas o no lo haga, y las conductas a través de las cuales se expresan en la escuela cualquier alumno o grupo no me parece indicio suficiente para poder adelantar un juicio sobre si van a consumir drogas.

Pero si me parece que en general, el hecho de estar cursando por la adolescencia en esta época en particular, ya los pone en una posición de mayor vulnerabilidad con respecto a otros grupos de edades.

Digo en esta época, porque la postura social que existe sobre el consumo de determinadas drogas no es la misma que hace 10 años atrás. Y cuando digo esto no solo me refiero a lo que comúnmente se conoce como drogas "ilegales", me refiero también al alcohol, el tabaco y algunos medicamentos. Por ejemplo, hace diez años atrás era bastante difícil encontrar chicos de 12, 13 o 14 años consumiendo alcohol públicamente, si quizás a escondidas, pero como una trasgresión. Hoy por hoy un buen número de estos chicos se inicia en el consumo de alcohol, aún cuando no sea un consumo problemático y si más experimental, en estas edades.

Y me refiero también a la adolescencia porque existe en esa edad más avidez por cuestiones que tienen que ver con la necesidad de experimentación y desafió, la curiosidad, los problemas más existenciales relacionados con la convulsividad de la adolescencia en sí, por todos los importantísimos cambios que se están dando en cada uno de ustedes, y también me parece que influye el cuestionamiento u oposición, definitiva o temporaria, de los valores adultos (en este caso puntual referido a la posición de los adultos frente al consumo de drogas).

¿Cómo se acercó a esta problemática?

Desde la época en que hice la tesis para la licenciatura en Psicología, ya empezaba a interesarme esto. Incluso mi tesis se refirió a una aproximación a las imágenes y significados que los adolescentes tenían del consumo de alcohol. Trabajo que realice en la escuela a través de entrevistas con chicos de todas las edades.

Después fui formándome, más por interés y curiosidad en el tema, hasta que finalmente comencé hace un par de años a trabajar en una Asociación que se dedica a la prevención y el tratamiento de personas drogodependientes (adolescentes y adultos), trabajo que actualmente sigo desarrollando.

¿Hay algún tipo de estudio o censo sobre adicciones en el cole?

Hace un par de años hicimos, junto a un grupo de personas que nos interesaba trabajar sobre prevención en la escuela, una encuesta sobre el consumo de drogas, pero no le daría el título de "estudio". Que yo sepa esto es lo único que existe.

¿Qué opinión tenés sobre el consumo de drogas en los adolescentes?

No tengo una postura condenatoria, sino más bien de alerta.

Me parece que se están "naturalizando" ciertos consumos, y pienso básicamente en el alcohol y la marihuana, en esta época entre los adolescentes.

Digo de alerta porque creo que en muchos casos se busca el efecto farmacológico de algunas drogas no tanto con fines de experimentación sino como medio para resolver problemas, por ahí problemas propios de la edad. Por ejemplo, me despierta alerta que alguien consuma alcohol para estar más en sintonía (con pilas o desinhibido para enfrentar la situación de relacionarse con otros) a la hora de salir a bailar. Porque me parece diferente el uso experimental, al de no poder enfrentar esa misma situación de esparcimiento y disfrute por los medios naturales sin necesitar el apoyo de la sustancia.

¿Cuál cree que es la droga de más fácil acceso para los adolescentes?

Creo que las drogas de más fácil acceso son la nicotina, el alcohol y la marihuana.

Gustavo R. Tobar

Lic. en Psicología

Terapeuta en Asociación ProgramaCambio

Por que mi hijo consume drogas..



El problema a trabajar "las creencias que tienen los alumnos del Manuel Belgrano sobre qué lleva a un adolescente a consumir drogas", será analizado desde una mirada sociológica, específicamente la perspectiva de Pierre Bourdieu.

El autor plantea dos conceptos fundamentales de abordaje: campo y habitus.

El campo podría ser definido como: el espacio de juego donde actúan diversos agentes sociales, diferenciados entre sí por su posición, el capitaldel que disponen y sus intereses. Bourdieu define a los campos sociales como "… espacios de juego históricamente constituidos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias…"

Capital es el bien escaso que está en juego en un campo. Dentro de éste los agentes sociales se relacionan, es decir "juegan" buscando el bien preciado. Bourdieu reconoce la existencia de otros tipos de capital, además del económico. Uno de ellos el capital cultural; es decir, el conocimiento que tiene un agente social sobre diferentes temas.

Esto condiciona el desempeño académico del individuo en cuestión. Para Bourdieu "…está ligado a conocimientos, ciencia, arte, y se impone como una hipótesisindispensable para rendir cuenta de las desigualdades de las performances escolares…"

Bourdieu define al capital social como "…la pertenencia a un grupo, como conjunto de agentes que no sólo están dotados de propiedades comunes (…) sino que también están unidos por lazos permanentes y útiles…". Es decir, cuando un individuo se identifica con los demás por compartir características (Intereses y objetivos). Respecto a capital simbólico dice: "..propiedad que, porque responde a "expectativas colectivas" , socialmente constituidas, a creencias, ejerce una suerte de acción a distancia, sin contacto físico…". Según Bourdieu el individuo se "forja" una imagen que es percibida por los agentes sociales.

El interés está relacionado con el capital en juego en cada campo específico; Bourdieu dice que "…todo campo, en tanto que producto histórico, engendra y activa una forma específica de interés (…) que es la condición de su propio funcionamiento…".

La posición es el lugar que ocupa un agente social en cada campo. Las posiciones diferentes se forman a causa de la desigual distribución de los bienes, es decir, del reparto desigual del capital en juego.

El habitus es en principio de generación y de percepción de las prácticas sociales, es decir, forma y ordena la opinión de los individuos. Permite apreciar las prácticas propias y las de los demás agentes. Bourdieu afirma: "…en tanto estructura estructurante, el habitus se constituye en un esquema generador y organizador, tanto de las prácticas sociales como de las percepciones y apreciaciones de las propias prácticas y de las prácticas de los demás agentes….".

A continuación pasaremos a explicar los diferentes factores que Pablo Rossi identifica como posibles causantes de la drogodependencia en la adolescencia.

Para empezar, hablaremos de lo que él identifica como factores de riesgo que podrían ser definidos como todo aquello que constituye posibles causas para que un individuo se drogue. Pablo Rossi lo conceptualiza de esta manera: "…Se considera factor de riesgo a todo elemento o causa que incide o determina que un individuo comience a ingerir drogas…". Estos factores no determinan por sí solos el consumo de drogas en un adolescente, sino que contribuyen a aumentar la vulnerabilidad que tiene un joven de caer en la drogadicción. Rossi dice al respecto que "…los factores de riesgo no deben ser tomados como causal directa de la adicción sino como un componente que aumenta el riesgo de caer en drogodependencia…".

El autor distingue tres tipos de factores de riesgo: los clasifica en factores individuales, familiares y sociales. Dentro de los primeros se encuentra la curiosidad por experimentar con las drogas, a pesar de conocer los efectos perjudiciales de las mismas. Rossi se refiere a la curiosidad al decir: "…

En el caso de las drogas, cualquier adolescente ha escuchado hablar del peligro que implican; sin embargo, el curioso insaciable necesita experimentar personalmente con ellas y desoye cualquier tipo de recomendación…".

Otro factor es la búsqueda de experiencias placenteras, refiriéndose a esta actividad como el hecho de terminar en una situación de dependencia de las drogas por tratar de evitar o evadir las frustraciones del día a día. Podemos percibir esto en las palabras del autor cuando afirma que "…El desasosiego que provocan las presiones de la vida diaria, las carencias y los acontecimientos frustrantes llevan a desear la búsqueda de soluciones mágicas. La droga aparece en este caso como un medio para lograr experiencias placenteras, que aflojen las tensiones y gratifiquen…".

El sentido de pertenencia es otro de los condicionantes, porque el deseo de pertenecer a un grupo social podría llevar a un joven a imitar las prácticas de los demás para sentirse aceptado. En este sentido, Pablo Rossi explica que "…En el proceso de madurez de la persona, aparece la necesidad de estar integrado a una comunidad que apruebe sus acciones. La presión de los pares (…) la lleva a probar la droga porque "lo hacen los otros" o "para no sentirse repudiado"…". También afirma que "La posibilidad de consumir drogas es diez veces mayor cuando los adolescentes tienen amigos usuarios…".

Un adolescente también podría drogarse simplemente como una manera de demostrar rebeldía contra las normas. Rossi sostiene que "…Un adolescente que no tiene claras las pautas de convivencia, que ostenta con un comportamientoagresivo sin medir las consecuencias de sus actos, ingresa al mundo de las drogas en busca de una demostración total y definitiva de su rebeldía…"

Otro factor de riesgo es el deseo de experimentar sensaciones peligrosas, que lleven al adolescente a una situación extrema y a tener la ilusión de que al volver, las adversidades se habrán disipado. Pablo Rossi dice al respecto: "…No es que exista el deseo de suicidarse, pero sí el de llegar a situaciones límite que generen la ilusión de renacer a una vida mejor. Cuando pasa el momento de riesgo y el joven comprueba que salió indemne, advierte que con este acto no ha logrado cambiar la realidad que lo mortifica. Entonces le surgen dudas sobre si ése fue realmente su límite y aparece el deseo de un nuevo desafío…". Con esto agrega que el adolescente, luego de experimentar aquella situación límite, siente un renovado deseo por ir más allá.

Palo Rossi sostiene que el deseo de independenciaes otro de los factores. Con esto se refiere a la opresión que sienten los jóvenes que no pueden respetar normas y pautas de comportamiento. Debido a esto podrían buscar en el consumo de drogas una manera de encontrar libertad e independencia. El autor se refiere a esto cuando dice: "…Un joven que no está preparado para aceptar pautas de conducta y respetar normas busca la manera de sustituir las formas sociales de control y autoridad por otras en las que pueda dar rienda suelta a sus deseos. Es así como entra en el ámbito de la droga …"

Por último se encuentra el deseo de evadirse de la realidad. Pablo Rossi dice que "…Cuando los padres no cumplen la función de fraguar los modelos a seguir (…), el joven huye de su entorno familiar para refugiarse en una pseudofamilia marginal en la creencia de que la droga le va a proporcionar el encuentro con la estabilidad que ansía.

Con ello trata de ignorar su dolorosa realidad y consigue una identidad pobre y distorsionada que lo lleva a renunciar a un proceso madurativo normal…". Es decir, un joven que enfrenta una realidad hostil y carece de contención familiar podría caer en la drogadicción esperando encontrar de esta forma estabilidad en su vida.

Otro tipo de factores de riesgo son los factores familiares. Están relacionados con las deficiencias en la comunicación entre padres e hijos, y con la incapacidad de los primeros para establecer pautas de comportamiento. Sobre esto, Rossi afirma que "…la mala calidadde las relaciones entre padres e hijos, la ausencia de comunicación, las desavenencias, la incapacidad para comprender, y la debilidad o indiferencia para marcar pautar claras de comportamiento traen aparejado un factor de riesgo importante que puede desembocar en la adicción de un adolescente…".

Por otra parte, los malos ejemplos por parte de los padres o la ausencia de bueno modelos a seguir podría transformarse en un factor de riesgo.

En relación a esto, Pablo Rossi dice que "…Tan peligroso como la falta de modelos son los ejemplos inadecuados. Cuando los padres fuman, beben, toman somníferos o anfetaminas, están enviando un mensaje que el chico traduce como una autorización implícita para utilizar cualquier tipo de sustancias que ayude a vivir…".

El último tipo de factores de riesgo son los sociales. Aquí el riesgo se encuentra de forma cotidiana en la calle, ya que hoy en día las drogas estás al alcance de cuanlquier adolescente. El autor dice al respecto: "…la droga está en la calle, en las escuelas, en los clubes, en los lugares de diversión que frecuentan los jóvenes…".

Además, hay una fuerte y constante influencia de los medios de comunicación masivos que fomentan malos hábitos. Rossi explica: "…fuera del ámbito de las relaciones personales, una influencia de enorme importancia es la que ejercen los medios de comunicación. La difusión masiva y al instante de hechos de características perversas no siempre se realiza con un criterio adecuado…"

Percepción del alumnado del el uso de drogas en adolescentes

En este apartado hablaremos sobre la percepción que tienen los alumnos sobre el uso de drogas en los adolescentes, también sobre su postura frente a los jóvenes que se drogan; así como las creencias sobre un posible reconocimiento social que otorgan estas prácticas.

En la pregunta Nº 6 (¿qué opinión tenés acerca del consumo o uso de drogas en los adolescentes?), 15 encuestados (23%) respondieron que "esta mal", mientras que 13 alumnos (20%) respondieron que las drogas "te arruinan la vida".

El 14.1% de los encuestados (nueve alumnos) se muestran indiferentes en esta pregunta; y 4 encuestados (6%) tienen una actitud discriminativa sobre los drogadictos. Hay un 16% de los encuestados (10 alumnos) que piensan que no hay campañas para prevenir el consumo de drogas. Hay porcentajes muy reducidos de entre un 2% y un 3% (1 o 2 encuestados) que corresponden a respuestas como "el consumo es una forma de evadir", "el consumo me gusta", "se drogan para llamar la atención", "se drogan para entrar en un grupo" y los que se abstuvieron de dar una respuesta.

La postura de Gustavo Tobar (Licenciado en Psicología) sobre el tema es mas alerta que condenatoria. Él cree que se están "naturalizando" algunos consumos (especialmente marihuana y alcohol) entre los adolescentes.

Un tren al descontrol .- borrachos en la adolescencia..













Adolescentes borrachos y todo tipo de excesos caracterizan los festejos de fin de año de los estudiantes. Imágenes de una celebración vergonzosa y sin ningún límite

Los chicos suelen desquitarse a gusto cuando terminan los estudios. Pero en los últimos años las tradicionales fiestas de egresados se transformaron en un acontecimiento en que se mezclan todo tipo de desbordes.

Las borracheras, las peleas y el desenfreno representan un peligroso cóctel para despedir una etapa que debería atemperar los ánimos, más que exaltarlos.

Usted puede observar, en las imágenes adjuntas, los festejos que protagonizaron los chicos de una escuela de esta capital y que bautizaron el "tren de la alegría".

“Los chicos buscan durante todo el año juntar dinero para hacer su fiesta de Egresados. El colegio te hace una despedida, entregan las medallas y punto. Alquilan el boliche y dentro del mismo boliche te ofrecen el 'tren de la alegría'. En el caso nuestro era en los Arcos de Palermo”, relató una madre de una alumna egresada.

“Las madres revisaron el tren y no había nada de alcohol”, explica.

Según contó, lo que hicieron los egresados fue comprar alcohol y cargarlo en los autos. Se bajaron en los bosques cerca del los Arcos de Palermo y ahí se emborracharon.

“Una madre y yo nos metimos en el boliche. A una de las chicas tuvieron que reanimarla y a otra tuvieron que llevarla al hospital por lo descompuesta que estaba”.

En tanto, Germán Fernández, director general del SAME afirmó que durante la madrugada recibieron dos llamados por ingesta excesiva de alcohol. Una fue en una despedida de fin de año de trabajo y otro una chica en un boliche en Peru 500

“En estas fechas aumentan los casos” afirmó Fernández.

Los efectos en los jovenes




Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cualquier consumo de alcohol durante las edades correspondientes a la adolescencia se considera abusivo. El alcohol es una sustancia que no aporta ningún nutriente, sólo calorías vacías (7,1 kilocalorías por gramo), y tiene efectos nocivos sobre el apetito, el aparato digestivo, el hígado y el sistema nervioso. La ingestión incluso moderada (equivalente a dos vasos de vino o botellines de cerveza diarios) tiene una repercusión importante sobre el equilibrio nutricional y, en consecuencia, sobre el crecimiento y el desarrollo.

Este efecto perjudicial se da sobre todo a través de dos mecanismos: reducción en la ingesta de alimentos y modificaciones en la biodisponibilidad de vitaminas y minerales como el ácido fólico, la vitamina B12, la tiamina o B1, la riboflavina o B2, la niacina o B3, la piridoxina o B6, el cinc, el magnesio, el calcio y las vitaminas, A, D, K y C o ácido ascórbico. El consumo de alcohol perjudica la absorción o estimula la destrucción de dichos nutrientes.

Las vitaminas del grupo B, especialmente la tiamina y el ácido fólico, están directamente implicadas en los mecanismos de transmisión nerviosa. La deficiencia de tiamina reduce la velocidad de conducción de la transmisión de la información en determinados nervios. Si el adolescente consume habitualmente bebidas alcohólicas (tanto consumo diario como de fin de semana) o, en el peor de los casos, acaba desarrollando una adicción, la deficiencia nutricional vitamínica (propiciada por los efectos en el cerebro del consumo temprano de bebidas alcohólicas) se suma a los efectos tóxicos del etanol. Esta situación puede provocar neuropatía, daño nervioso irreparable.

El consumo de alcohol también está asociado a un déficit cognitivo que empeora a lo largo del tiempo, sobre todo si dicho consumo prosigue hasta la adolescencia tardía. Es algo que se ha constatado en pruebas de memoria verbal y no verbal, en las cuales las personas bebedoras obtienen unos resultados significativamente peores que las abstemias.


Las deficiencias nutricionales secundarias derivadas del consumo crónico de alcohol (sobre todo la deficiencia de vitamina E) conduce, junto con la influencia directa del etanol sobre las células del sistema de defensas, a alteraciones de la respuesta inmune, haciendo a la persona más susceptible a infecciones. Además, beber habitualmente alcohol altera la concentración de proteínas en la sangre producidas por el hígado (albúmina, transferrina, lipoproteínas) y que están implicadas en multitud de funciones importantes como el transporte del hierro o del colesterol en la sangre. Asimismo, aumentan los requerimientos de proteína diaria provenientes de la dieta.

Factores implicados en los efectos
Los factores que influyen sobre los efectos que tiene el alcohol en cada individuo son diversos, como la graduación de la bebida (cuanto mayor sea, más rápido se absorbe), la cantidad que se ingiere, el momento del día (es más perjudicial con el estómago vacío) o la mezcla con bebidas gaseosas o estimulantes con tiramina, histamina o cafeína, que pueden provocar serios problemas de salud como hipertensión arterial. Otros factores que también afectan son el estado de salud y las condiciones físicas y psicológicas, así como el estado de ánimo. Las chicas presentan una peor tolerancia debido a que tienen una menor proporción de agua corporal que los chicos y una mayor cantidad de tejido graso donde se fijan las sustancias nocivas.


Los antecedentes

El estudio sociológico de Eusebio Megías constata que España es un país donde desde siempre se ha bebido mucho alcohol. Los menores se han criado en un contexto sociocultural en el que la presencia del alcohol forma parte del «estado natural de las cosas». En la actualidad, el acceso a las bebidas alcohólicas ha dejado de residir sólo en el ámbito familiar, como venía sucediendo en nuestro país hasta hace pocas décadas, y se ha situado en espacios ajenos a la familia.

Para el adolescente de hoy beber significa tomar sus bebidas singulares en un entorno fuera del control de los adultos. Lo asocian a diversión, desinhibición, alegría, amistad y éxito. Aunque no sea la forma más significativa de consumir, el 'botellón' es la que más ha trascendido y la que puede encarnar el papel de las bebidas como articulador de ocio. Además, el alcohol es muy fácil de conseguir, ya que existen escasas restricciones de compra para los menores. Pese a los teóricos impedimentos legales, y según el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD), el 93,8% de los escolares españoles cree que obtener alcohol es fácil o muy fácil. La cerveza, y especialmente los licores y otras bebidas de alta graduación como el 'whisky', el coñac, el ron o la ginebra combinados o solos, constituyen las bebidas más populares.

martes, 25 de mayo de 2010

Lo que hay que saber si mi hijo ha sido atrapado por las drogas

Preguntas más frecuentes de los padres sobre el consumo de drogas de los hijos adolescentes.

¿Y si descubrimos utensilios de consumo y señales físicas?
Entre sus pertenencias aparecen instrumentos y restos de los consumos que realiza: cucharillas, pipas especiales, jeringuillas, papel de aluminio, botellas vacías, restos de sustancias… y signos físicos en su organismo: señales de pinchazos, alteraciones en el tabique nasal…

¿Qué es lo primero que tenemos que hacer si tenemos cierta seguridad de que consume?
Lo primero que hay que conseguir es el reconocimiento por parte del mismo de su situación de consumo. Para ello mantener una postura serena y tranquila, que no incapacite para tomar decisiones importantes será el primer requisito a tener en cuenta. La angustia provocada por la sensación de impotencia no conduce más que a la pérdida de control de la situación y al desgaste de energías, necesarias para afrontar adecuadamente el problema.

¿Tan mal lo hemos hecho?
En primer lugar es necesario desechar cualquier tipo de sentimiento de culpa. El hecho de que exista un problema de consumo de drogas en la familia no significa que la responsabilidad de tal consumo recaiga directamente en los padres, ni significa que se hayan equivocado en su actuación con respecto a la educación de sus hijos. Como hemos visto el consumo de drogas es un fenómeno multifactorial en el que influyen un conjunto de factores entre los cuales se encuentra la familia. Por tanto, no es aconsejable actuar bajo este sentimiento, ni utilizarlo para agredir a otro (al cónyuge o al propio afectado) y liberarse así uno mismo de su carga.

¿Que actitud mantenemos ante nuestro hijo si tiene un problema de drogas y no lo reconoce?
La actitud que la familia manifieste ante las situaciones de consumo sistemático por parte de los hijos tiene que ver con la consecución del reconocimiento de consumo por parte del consumidor.

Es necesario que el drogodependiente vea una actitud de firmeza en los padres y de exigencia en el reconocimiento de este consumo. No es conveniente que se demuestre una actitud de fracaso, ni de impotencia ante el problema, sino de energía y posibilidad de abordaje siempre que se cumplan unas condiciones que son las que se están exigiendo.








Esto no debe implicar una actitud autoritaria, ni de falta de comprensión de la situación y del drogodependiente. El diálogo sobre las evidencias con las que se cuenta para asegurar ese consumo y la disposición a prestar apoyo deben ser manifestados en todo momento de una manera abierta y constante.

¿Y si no nos ponemos de acuerdo entre los distintos miembros de la familia?
Las posturas que manifiesten los distintos integrantes de la familia, especialmente los cónyuges, deben estar coordinadas e ir en un mismo sentido. Siempre teniendo en cuenta las diferencias de puntos de vista de cada uno, así como de caracteres, es importante llegar a un consenso ante la postura definitiva sobre el nivel de exigencias que la familia va a plantear al miembro consumidor. Si no existe esta unión, éste puede aprovechar esta situación identificándola como debilidad y mantenerse en posturas cerradas y de poca aceptación de cambio. Puede ser conveniente que la familia considerándola de forma amplia, ya que en ocasiones los abuelos y parejas de los consumidores desempeñan un importante papel, se reúna para tomar una postura común antes de plantear el diálogo con el hijo consumidor y llegar a acuerdos conjuntos.

Los adolescentes atrapados y seducidos por las drogas..

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A pesar de las campañas y las intervenciones mediáticas sobre públicos específicos, el hábito de fumar se sigue expandiendo entre los jóvenes y adolescentes como una epidemia. Muchos adolescentes abrazan el cigarro en señal de rebeldía, otros para ponerse a tono con el grupo o porque ansían sentirse mayores, pero lo cierto es que una vez enganchados, es difícil bajarse del carro, aunque digan lo contrario.


Hay ciertas características en la personalidad de los chicos y de las chicas que les hacen ser más proclives a tomar drogas y consumir mucho alcohol. Identificar estos perfiles con antelación es una buena manera de prevenir la adicción al alcohol y las drogas en la adolescencia.


Si consumes drogas estás más cerca de estar loco que de la ilusoria imagen de fashion. Siete de cada diez adolescentes con problemas psiquiátricos son consumidores habituales de sustancias psicoactivas tales como el alcohol, el tabaco o el hachís, según un estudio realizado por el Hospital Clínic de Barcelona entre 124 menores de entre 12 y 17 años hospitalizados en este centro.



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